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6. La pasión por la investigación en Educación Física

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Gabriel Cachorro

 

La investigación es una tarea apasionante porque está ligada a la posibilidad de explorar y salir en busca de opciones no conocidas. Cada vez que nos proponemos embarcarnos en una aventura hacia lugares por descubrir, conocer otras personas con quien encontrarnos o estudiar un área del conocimiento ajena a nuestra formación, nos predisponemos a lograr un salto cualitativo en nuestras estructuras de pensamiento. Investigar desde una perspectiva etnográfica significa tal como nos señala Guber (2001, 17) es: “dar lugar al des – conocimiento preliminar acerca de cómo conocer a quienes, por principio metodológico no se conoce”.

Es una propiedad valiosa de los sujetos, la curiosidad o la intriga por encontrar explicaciones a los hechos sociales y emprender una tarea de formalización de los hallazgos a través de las prácticas de la escritura sin descuidar el tiempo histórico que enmarca al investigador. En esta perspectiva de trabajo de investigación, siguiendo el consejo de Chartier (1997, 64) podemos “sustituir una historia relato, acunada por el recitado de los acontecimientos, por una historia problema, obligada a construir su objeto, explicitar sus hipótesis reconocer sus procedimientos”. La incomodidad es crucial para provocar nuestras pesquisas poniendo en juego nuestra capacidad problematizadora de la realidad y el posterior diseño de la investigación. El diseño de la investigación en la vertiente empírica aparece como “un proceso que involucra un conjunto de decisiones y prácticas (que a su vez conllevan la puesta en juego de instrumentos conceptuales y operativos) por las cuales conocemos –lo que puede significar describir, analizar, explicar, comprender o interpretar- algunas situaciones de interés cuya definición y delimitación (o construcción) forma parte de las decisiones apenas aludidas” Piovani (2007, 72).

 

1. Buenas preguntas

La formulación de preguntas de investigación comprometedoras para nuestras propias expectativas sociales de vida en el terreno de la Educación Física nos puede otorgar sentidos invaluables. La profundidad de esas preguntas inquietantes, sirven para generar sólidos problemas de investigación en tanto surgen de preocupaciones genuinas, nacen del deseo por desestructurar, cambiar un estado de cosas. Me refiero a esas preguntas que buscan respuestas o argumentos inexistentes hasta el momento, en vez de promover interrogantes que llevan implícita su respuesta en la misma formulación y hacen endeble la propuesta mostrando falsos problemas. Mantener una vigilia constante sobre la tensión del objeto y el sujeto en el proceso de la investigación resulta crucial para hacer andar el proyecto. Siguiendo a Ibañez (1994: 30) es conveniente “recuperar a la vez lo que hay de subjetivo en el objeto y que hay de objetivo en el sujeto”.

La tarea de investigación partiendo de estas tensiones constituye una tarea artesanal. Es una labor que demanda trabajo. Una obra bien lograda se desprende de trabajos de campo, horas extenuantes de lecturas, operaciones reflexivas constantes sobre el objeto de estudio, interpelaciones con pares. En la conjunción de estos procedimientos, el director de tesis cumple un rol central en la supervisión del proceso de formación a través de marcaciones, señalamientos, correcciones a los borradores entregados que van delineando dos procesos simultáneos: el de la “construcción de una relación” y “la necesidad de una herida narcisista” que logre romper las estructuras de pensamiento del asesorado (Cachorro 2001, 97). Las investigaciones no salen de un momento fortuito de inspiración intelectual de librepensadores.

La producción de ideas tiene un proceso de gestación arduo, de persistentes análisis de las posibles relaciones y combinaciones de elementos probados por el compositor. Por supuesto el irreemplazable requisito de instalarse con el objeto de estudio y su operacionalización tomando una referencia empírica con residencia e informantes claves para entenderlo y explicarlo. Un ejemplo muy contundente de esta relación del sujeto de la investigación con el objeto de estudio, metiendo las manos de lleno en el barro, nos la aporta Waquant para explicar “los tres cuerpos del boxeador profesional” donde establece una estrecha relación con los nativos y sus condiciones de realización social participando como un miembro más de la comunidad estudiada. El autor aprovecha la recolección de datos etnográficos y experienciales producidos en un intenso trabajo de campo desarrollado en los gimnasios del ghetto negro. Waquant (2006a, 15), nos señala “aprendí el oficio de las cuerdas bajo la tutela de un entrenador de reputación mundial, sirviendo de sparring a profesionales y amateurs, presenciando peleas locales y torneos…mantuve un diario detallado de mi extenso noviciado, asentando cada noche después de cada sesión mis observaciones e impresiones de los vastos eventos y actividades que construyen la fabrica de la vida en el gimnasio”.

Las propiedades más interesantes de la investigación tal vez no lo encontremos en los manuales y tesis de investigación acabadas. Nos parece más relevante revisarlas en los procesos de formación de los investigadores “describir el proceso constructivo de la obra más que la estructura final de una tesis” (Cachorro 2001, 92). El aprendizaje del oficio de investigar resulta interesante para los profesores de Educación Física porque los ubica en el desafío de mover las propias estructuras de formación docente y desplazarlas hacia la edificación de otras estructuras de investigación para la apreciación de otros puntos de vista de las prácticas corporales. La ampliación del repertorio de formación implica desestructuraciones de las propias matrices de aprendizajes previas ligadas a la docencia y los consecuentes puestas a prueba de los niveles de plasticidad y rigidez para aceptar estos cambios que cada sujeto puede soportar con su narcisismo interpelado para el necesario descentramiento de la docencia a la investigación.

 

2. Prácticas de investigación

En el campo de la Educación Física, las prácticas de la investigación se refieren a la toma de posición en carácter de detective curioso de algún aspecto puntual de la realidad, sobre temas de interés de la profesión. Asumir una postura de indagador lleva de suyo, la movilización de un conjunto de métodos, estrategias, técnicas, tácticas de abordaje. Las prácticas encierran un saber cocinado en las “artes de hacer”. La riqueza y potencia de las prácticas radica en el conjunto de operaciones, dispositivos y modos de hacer guiados por ciertos esquemas de pensamiento que se internaliza con la participación activa y protagónica. De Certeau (1998:36) desmenuzaba las propiedades de las prácticas, sus combinatorias, tensiones de fuerzas objetivando estos “modos de hacer”. El autor enfatiza las “maneras”, “usos” y “estilos” configurados en las prácticas.

La formación del investigador en Educación Física, se incuba en la puesta a prueba de métodos y la adquisición de un manejo idóneo y creativo de estas herramientas. “Lo esencial del concepto del método está en la elección de las técnicas a aplicar, en la capacidad de modificar las técnicas existentes, adaptándolos a los problemas propios, y de imaginar técnicas nuevas” (Marradi 2007, 56). Su capacidad de operar e internalizar una lógica de investigación, se sustenta en la experimentación de tareas de búsquedas bibliográficas de tópicos específicos, desarrollo de actividades de observación, confección de registros etnográficos, producción de relatorías, textualizaciones, tomas fotográficas, filmaciones audiovisuales, ejercicios de análisis metodológicos de los cimientos de una tesis.

El conjunto de elementos que hace a la formación del investigador en temas referidos a la Educación Física se alimenta en la construcción de objetos de estudios nuevos, partiendo de sondeos preliminares que nos posibiliten ubicar la justificación de nuestra propuesta de investigación atendiendo tres tipos de argumentos: la ausencia de investigación, investigaciones que dejaron sectores sin explorar o investigaciones que no resultan satisfactorias. La formación, también está conectada a la interpelación de colegas con quienes socializar procesos y resultados de proyectos o trabajos de investigación. Las triangulaciones entre investigadores son centrales para enriquecer de nuevos ángulos de apreciación la lista de temas estudiados “este término se deriva de la navegación donde se define la situación de un objeto por el entrecruzamiento de las líneas trazadas desde distintos puntos” (Gallart 1993, 139). La soledad, el anonimato o la escritura solipsista en una cripta distante de tramas intersubjetivas dispuestas a debatir ideas, se empobrece en un repliegue sobre si mismo en un ostracismo sin salida.

Las prácticas de la investigación en Educación Física a diferencia de las prácticas de la enseñanza o las prácticas docentes no tienen un número extenso de participantes. La vocación por las prácticas de investigación está circunscripto a un número finito de personas que encuentran sentidos a estas prácticas y las aprovechan para desplegar la invención de planes y gozar de procesos creativos. El placer de la investigación, hacer investigación por gusto y disfrutar también es un juego que se enseña y se aprende armando espacios sociales de confianza mutua con copensores y buenos acompañantes capaces de compartir aventuras exploratorias con proyectos de indagación seductores que enganchen a los sujetos por los procesos de participación y no por la forzada obligación de cumplimentar una tarea burocrática, capaz de soportar el aburrimiento a costa de obtener un rédito en los antecedentes del currículum vitae. Barthes (1982, 12) nos señala la importancia de crear “el espacio de goce” como “la posibilidad de una dialéctica del deseo, de una imprevisión del goce: que las cartas no estén echadas sino que haya juego todavía”.

Podemos ver los modos de utilizar insumos etnográficos en su versión de observación participante para investigar las clases de Educación Física adaptando estas herramientas a las particularidades de un objeto de estudio. La adecuación de estos materiales a los rasgos de la Educación Física deriva, a veces, en una observación “semi” participante. “Su carácter de “semi” participante está dado por la presencia explícita del observador que en ningún momento queda oculto a los ojos de los sujetos que llevan a cabo la actividad” (Carballo 2003, 105).

Si repasamos los trayectos formativos en las universidades1, podemos apreciar en las mallas curriculares un mayor volumen de espacio ocupado por materias orientadas a la docencia, en detrimento de la extensión y la investigación. El efecto de esta propuesta se traduce en una mayor familiarización con temas de la clase, la enseñanza, la didáctica, los materiales, a lo largo de los trayectos formativos y una proyección de los egresados que mantiene un correlato con ese recorrido hacia inserciones laborales en escuelas, gimnasios, clubes. Las matrices de formación de los especialistas en la Educación Física poseen una manera de apreciar los eventos desde una contemplación pedagógica, la posesión de una mirada docente focaliza aspectos de resolución táctica pragmática de la clase. La estética de la mirada del investigador encierra un posicionamiento analítico de los procesos sociales que se manifiestan en la clase capaz de describir y explicar aspectos creativos de los múltiples objetos de estudio que pueden construirse. La clase de Educación Física como sitio para realizar trabajos de campo puede “hacer hablar” distintos temas y consecuentemente construir distintos objetos de estudios según la diagramación de estas exploraciones (la violencia deportiva, las motricidades, las gestualidades y manifestaciones corporales).

Las prácticas de la investigación tienen espacios acotados en los planes y programas de estudios de la Educación Física de las Universidades y los Institutos. El tipo de materias posibles de hallar se reducen a proyectos de tesis, seminario de tesis, Taller de tesis, Metodología de la investigación, Estadística aplicada a la Educación Física. Con estos insumos básicos el alumno elabora una tesina monográfica referida a algún tópico de la Educación Física.

La inserción de los alumnos en estas prácticas se produce en la inscripción a equipos de investigación dedicados a temas específicos del campo. En estos grupos de investigación es donde se adquieren experiencias valiosas en la formación, porque hay proyectos de investigación que contemplan la ejecución de técnicas específicas de recolección de información, sistematización de datos, armado de ficheros de autores, producción de informes de investigación, presentación de ponencias en eventos y organización de publicaciones colectivas con los resultados parciales y finales de la investigación. Resaltar el lugar de definición de los aprendizajes para investigar es central porque los mismos manuales advierten sobre “el carácter inevitable de la tarea artesanal y que solo investigando se aprende a investigar” (Sabino 1992, 4).

El enrolamiento del aprendiz en líneas de investigación afecta su formación porque lo orienta hacia búsquedas de temas de preferencia del equipo con sus procedimientos pertinentes para esos temas. Los vicios, trampas, bondades, miserias, riquezas de estos equipos marcan y afectan a los iniciados. La ascendencia de influencias eruditas, engorrosas, obscuras, estructuradas, creativas, irresolutas, vertiginosas, o desordenadas se engendran en condiciones de producción construidas por los participantes ascendentes de estos equipos. Hay marcas registradas, discursos que quiebran las formas de pensar, movilizan, seducen, arrastran hacia paraderos diferentes, merced a “la meticulosa capacidad envolvente del homo academicus” (Cachorro et al 2009: 259). Los destinos son responsabilidades cómplices de quienes guían o conducen y los que se embarcan en empresas de todo tipo con los gurues académicos.

 

3. Revestimientos teóricos de los proyectos

Los trabajos de investigación existentes en el campo de la Educación Física muestran la influencia de materiales procedentes de distintas áreas del saber. Esta situación de heterogeneidad de las búsquedas es interesante porque habilita el armado libre y creativo de objetos de estudios inagotables rompiendo los cercos disciplinares, promueve la flexibilización, la apertura a las ideas transdisciplinares, por ejemplo los trabajos de Zambaglione (2008), Branz y Bilik (2007) y Waquant (2006b) son recuperables por localizarse en zonas de intersección disciplinar con la Educación Física. Las investigaciones estructuradas se rompen y se inauguran otras estructuras cuyas propiedades son más dinámicas, versátiles, dotadas de una atractiva plasticidad en su composición.

La diversidad de rastreos y de proposiciones de investigación lo podemos cotejar proyectos vinculados con la medicina (con trabajos de nutrición, entrenamiento deportivo, salud) la física y el diseño (en aquellas inquietudes de búsqueda de la ergonomía del movimiento, biomecánica deportiva, revisión de test de capacidades y cualidades físicas del movimiento, estudio de materiales deportivos ortopédicos), el psicoanálisis (en estudios o experiencias ligadas a la psicología del deporte, a los casos de bulimia y anorexia nerviosa, las perspectivas de la subjetividad de los cuerpos y sus emociones), la historia (los mundiales de futbol, las olimpiadas deportivas, el surgimiento de los clubes, los contextos y políticas de gobiernos. Las historias orales e historias de vida), la antropología (con sus aportes de técnicas de observación participante y no participante para la Educación Física en distintos contextos de producción), la sociología (en trabajos con censos, estadísticas, de poblaciones en su vertiente cuantitativa y en el estudio de sensibilidades posmodernas en las opciones cualitativas), la comunicación (en los múltiples trabajos de las teorías de la comunicación social, de la semiótica motriz, la contracomunicación y comunicación motriz, la comunicación no verbal), la pedagogía o las ciencias de la educación (con una fuerte ascendencia en las teorías de la enseñanza y el aprendizaje).

La presencia de estos materiales en los discursos o en los relatos de docentes investigadores de la Educación Física aparece por una convivencia de los especialistas con otras especialidades. Las vocaciones profesionales van delineando inclinaciones hacia aspectos seductores según los perfiles de los actores. Las teorías son explícitas y deliberadas cuando los investigadores trazan líneas específicas de investigación e intentan legitimarse en un sector del campo. La medicina deportiva, las teorías de la Educación Física, la evaluación, la discapacidad, el juego, o la gimnasia. El nombramiento autoreferencial de los investigadores arrastra a posicionamientos teóricos y movilizan materiales cuyos revestimientos teóricos tiene alcances de definición política. “Las teorías no compiten por su valor de verdad –en tanto adecuación objetiva- sino por la legitimidad de sus conclusiones, sus consecuencias, sus resultados y las estrategias de acción que de ellas se derivan” (Archetti 2007: 67)

Los revestimientos teóricos a veces se expresan como teorías mudas, están implícitas porque no se someten a mayores cuestionamientos. Caen por su peso y se asumen como naturales y evidentes. No median mayores aclaraciones, pero los desarrollos y el curso de las investigaciones están guiadas por latentes marcos teóricos que mueven el proyecto en forma silenciosa. El proyecto de investigación puede estar hablado por autores de moda como Foucault, Bourdieu, Piaget, Le Breton, Parlebas, Dunning. Estos hilos conductores poseen implicancias, sus materiales tienen formas amalgamables y afines a ciertos materiales e incompatibles con otros. Hay un entrampamiento en la selección de autores, los códigos de palabras tienen márgenes de uso disimiles. Es diferente desplegar las prácticas de la escritura echando mano a las categorías teóricas de un psicoanalista, un sociólogo o un psicomotricista. Las implicancias son irreversibles, textos delirantes, incomprensibles, aburridos, crípticos, claros, ambiguos, didácticos, lúcidos, esclarecedores, organizadores, introductorios. Las consistencias de los textos comienzan a definir su destino en el preciso momento que sin saberlo muchos investigadores se embarcan en el uso de bibliografías desafortunadas o acertadas.

 

4. Agenda de temas y problemas

Los temas y problemas de la Educación Física están a la medida de la trama intersubjetiva donde los investigadores habitan. Los temas de conversación que interesan a fisiólogos del ejercicio, pedagogos corporales, rehabilitadores físicos, especialistas de la natación, directores de colonia, muestran un espectro de expectativas diferentes. Las matrices de pensamiento dirigen la mirada para ver las prácticas y ponerse en el mundo. En esta construcción de marcos referenciales teórico metodológicos para abordar “el objeto y el campo de acción” (Hernández Sampieri 1999: 27) se formulan las preguntas del que, como, porque, donde y para que de la investigación.

Se pueden investigar temas de altos niveles de abstracción (La identidad de la Educación Física, las teorías del juego) temas de resolución práctica (ejercitaciones, tareas y actividades para desplegar en una clase). Echar mano a recursos más cualitativos (explicar modos de asunción de las prácticas corporales emergentes) o cuantitativos (medir porcentajes de poblaciones deportistas). Lo cierto es que la proposición de una investigación no sale del vacio, está condicionada por el mundo de vida de los investigadores y sus periplos biográficos. La elección de un tema esta ligado a móviles personales indefectiblemente. “Las experiencias personales y profesionales encienden la chispa de la investigación” (Valles 1999: 85). Lo importante en esta dialéctica del sujeto productor y producido por su realidad es el aprovechamiento de esta relación para la movilidad de temas y problemas de investigación. La actualización de los planteos con relevancia social de las pesquisas.

Hay quiebres generacionales en las búsquedas en contextos de realización que interpelan en el envejecimiento de ciertos contenidos que dejan de ser seductores para los jóvenes investigadores o investigadores en formación. Los temas de Educación Física ligados la articulación con el turismo aventura, los estudios de género, la biopolítica, la evaluación, la violencia escolar, tienen sintonías generacionales de los más jóvenes. La realidad produce nuevas sensibilidades, socialidades y subjetividades que tiene profunda relación con las temporalidades históricas que le toca atravesar a los sujetos. Decodificar estos procesos de cambio y permanencia en las investigaciones en proceso demanda “una sensibilidad teórica para poder conceptualizar y formular una teoría tan pronto emerjan los datos” (Glaser y Strauss 1967).

 

5. Recetarios de investigación

Los encofrados que ofrecen los distintos proyectos de investigación expresan concepciones de armado extraídas de ciertas teorías. Los lineamientos teóricos establecen formas específicas para construir investigaciones haciendo uso de ciertos materiales y estableciendo criterios de composición luego plasmados en estructuras capitulares. La matriz de pensamiento es una “representación diagramática de un conjunto de ideas” (Strauss y Corbin: 2002, 200) que orientan las acciones, son moldes de distintos niveles de rigidez o plasticidad instrumentados en procedimientos de investigación. Las formas de hacer, de aplicar las técnicas, las metodologías, los instrumentos poseen estilos e interpretaciones del libreto personales. Hay un criterio subjetivo un uso creativo de estos insumos para investigar.

Los autores, los grupos de estudios, equipos de investigación, las políticas institucionales, las mallas curriculares de una profesión, los docentes investigadores, los programas, proyectos y tesis de investigación, las preferencias bibliográficas producen efectos en la comunidad de investigadores de la Educación Física. Los efectos se cristalizan en los trayectos de formación. Construido en base a estructurales y definitorias simulaciones, invenciones, rigurosidades, inconsistencias, contradicciones. Los recorridos biográficos de los sujetos en la investigación constituyen apuestas que ponen en juego diversos planos de formación superponiendo dimensiones políticas, académicas, económicas. Estos componentes están presentes en todo momento del itinerario independientemente de la capacidad de objetivación del protagonista.

Las recetas posibles de identificar en los formatos de investigación de la Educación Física responden a estructuras que ofrecen valoraciones en aspectos diferentes. Algunas investigaciones jerarquizan unas secciones sobre otras. Se otorgan prioridades diferentes según los mentores. Lo más importante para la construcción de una tesis de investigación en Educación Física muestra una heterogeneidad en las partes. La parte fundamental de una tesis se resalta de acuerdo a cada investigador en sectores diversos. El subrayado puede localizarse en: la pregunta de investigación, el problema de investigación, los marcos teóricos, las preposiciones, la descripción densa del trabajo de campo, el índice o las conclusiones.

Los protocolos de investigación tienen armados y ensambles diferentes. Los trabajos de investigación en Educación Física de grupos especialistas en líneas específicas y campos de aplicación, se organizan entre sus miembros compartiendo un código sistematizado de significados, producto de los encuentros en las reuniones periódicas de investigación donde se van delineando los perfiles de investigador. La internalización de recetas para armar se toma de situaciones asimétricas en el proceso formador. La toma de esquemas organizadores de la investigación afecta los modos de producción de las futuras investigaciones. La ascendencia de los contextos de reunión en las dinámicas grupales de los investigadores es central porque transmite el oficio de investigar con criterios de búsqueda, recorte y armado de los materiales.

Las guías de investigación preferenciales de los investigadores salen de estas cofradías. Investigadores de Educación Física con perfiles antropológicos, históricos, cualitativos, cuantitativos, metateóricos, pragmáticos o la combinatoria de estos y otros tantos rasgos van fijando posiciones en el campo. A partir de estas fijaciones en los planteos se derivan tensiones en el campo y luchas por el reconocimiento y legitimidad de las producciones. El formato que está instalado en los ámbitos universitarios de Argentina, es el del programa de incentivos del Ministerio de Educación de la Nación SPU. Su influencia radica en la circulación de un sistema en todo el país, con un formato estandarizado de confección de proyecto y rendición de etapas del mismo. Este programa tiene ascendencia en la comunidad de investigadores de la Educación Física operan en las universidades y hace deletrear a los investigadores los hallazgos en un lenguaje codificado, los informes de avance parcial y final de la investigación. Sugiero revisar la compilación de proyectos de investigación de la FHCE- UNLP, en el marco de las Terceras Jornadas de Investigación en Educación Corporal (Camblor 2007).

Las otras modalidades de formalización de investigaciones lo marcan los posgrados nacionales e internacionales donde los aspirantes prueban y conocen criterios de construcción de tesis de investigación. Las investigaciones aquí revisten el carácter de empresas individuales ligadas al “estudio de casos” particulares. Allí las vocaciones de búsqueda descansan en trabajos de recopilaciones teóricas con indagaciones en bibliotecas (tesis sobre currículum escolar de la Educación Física, historia de la Educación Física de un periodo acotado en el tiempo), en campo desplegando técnicas de observación participante (descripciones densas de comunidades o grupos sociales relacionados con las prácticas de la Educación Física actuales. Véase la Tesis de Maestría “Identidades en juego. Prácticas lúdicas en jóvenes mapuche” el espesor de los datos empíricos y el aprovechamiento integral de estos datos para interpretar sentidos políticos y culturales condensados en las prácticas, que nos ofrece Césaro 2009).

 

6. Los formatos de escritura

Los patrones narrativos que se derivan de estas elecciones del objeto de estudio son distintos. Textos que confirman hipótesis a través de procedimientos de enunciación deductivos, escrituras etnográficas que desnudan realidades detallando la microfísica de las relaciones humanas de referentes empíricos concretos haciendo uso de “teorías sensibles” (Glaser y Strauss 1967), recopilaciones teóricas reformuladas con nuevos criterios de clasificación y agrupamiento de ideas. Las redacciones de los informes cobran forma y tienen apelaciones al texto cuyo espectro abarca una variada gama de géneros literarios: narrativo, argumentativo, descriptivo, metafórico, deportivo, clínico médico o periodístico.

Los formatos de escritura en la investigación constituyen una composición compleja porque tienen un pasaje del proyecto (etapa de ajustes de los borradores, rectificación del plan) a la tesis (etapa de las terminaciones) donde se sacan los andamios de una estructura y se comienzan a ver la obra acabada con la versión definitiva. El final de obra muestra los posibles recorridos de un libro para el lector condicionados por el estilo de su prosa, los niveles de señalización, comunicación y las conexiones entre las distintas secciones.

El caso del libro Educación Física, cultura escolar y cultura universitaria (Cachorro et al. 2009, 13) tiene en cuenta esta situación “la estructura del libro posibilita diversas formas de lectura. Los posibles recorridos quedan librados a los criterios de opción del lector. Se puede trazar un itinerario que agote la sección de la cultura escolar y luego pasar a leer toda la sección de la cultura universitaria. Otro camino posible a ser transitado puede ser tomando cada una de las técnicas de recolección de información utilizadas en la investigación: las biografías, las etnografías, los cuestionarios. Las dos opciones sugeridas arriban a un último apartado conclusivo”

Las categorías conceptuales que nombran en los títulos y subtítulos de todo el cuerpo de la tesis, los criterios de distribución nos brinda sus datos estructurales. La secuencia sugerida por numerosos autores (Dei 2006, Mancuso 2002 y Dieterich Steffan 1999) coinciden a grandes rasgos con el trazado de introducción – hipótesis- pregunta – problema – marco teórico - metodología – análisis de datos y conclusiones es una estructuración instalada y utilizada por los investigadores. Podemos tomar una clara ilustración de este esquema de trabajo trasladado al campo de la Educación Física, en el proyecto de investigación de Luguercho (2009, 139) referido a la gimnasia en la escuela. En este tipo de investigaciones el margen de incertidumbre de las búsquedas es importante, en tanto se sale a buscar algo que a priori no se conoce o se dispone información inconexa y superficial. Se adentra en una aventura exploratoria, se asumen riesgos de bucear en lo desconocido.

La propuesta de armado de tesis con el empleo del índice sugerida por Eco (1984), expresa otro criterio de construcción y resulta adecuado para investigadores que poseen visiones anticipatorias y la capacidad de imaginar el porvenir distribuyendo estratégicamente las secciones y apartados de un trabajo. La confección de un plan de trabajo con secciones predeterminadas de antemano, posibilita ver en su conjunto la coherencia de las preposiciones y los códigos de palabras empleados compatibles entre sí. En este caso se trabaja con una profundización de las problematizaciones vertidas a lo largo del texto, llegando a análisis complejos que muestran nuevos mapas de relaciones entre los términos. Los visionados de estos planes evidencian en las tipologías y la bibliografía seleccionada niveles de resolución. Las compatibilidades entre autores, palabras, tipos ideales entrega visibles pistas de las contradicciones y bondades de la propuesta en el borrador. “El índice revelará el orden y la sistemática del trabajo. La exactitud, la belleza de expresión de los títulos y su capacidad de sugerir con breve frase el contenido de la sección, constituyen la prueba de dominio intelectual del investigador”. (Botta 2007, 34)

En los moldes de investigaciones sobre entrenamiento deportivo podemos apreciar un resaltamiento de las herramientas metodológicas con insumos cuantitativos de técnicas de muestreo y de porcentajes, estadísticas, sobre el tema estudiado. Las representaciones graficas de cuadros, círculos, campanas de diversos colores, porciones desprendidas de dibujos y volúmenes tridimensionales materializan una forma de comunicar los datos obtenidos prescindiendo a veces de redacciones explicativas. El tipo de escritura es subsidiaria de estos elementos en un lenguaje frío, a veces taxativo de las cifras y próximo a términos neutros que intentan demostrar objetividad libre de interpretaciones ambiguas. A modo de ejemplo podemos mencionar los resultados de una investigación referido al “Análisis descriptivo del IMC, habilidad motriz y deporte extraescolar en niños y niñas de once años” (Salazar et al. 2008, 130).

 

7. Salir del molde. Quemar manuales

Las investigaciones en Educación Física son necesarias en principio para producir una constante actualización de sus objetos, métodos, campos o teorías en el campo profesional. Por ejemplo el proyecto de investigación “El campo de las prácticas corporales en la ciudad de La Plata” inscripto en el programa de incentivos periodo 2008-2011, asume el desafío de movilizar cartografías para reempadronar la emergencia de nuevas propuestas corporales. En esta perspectiva entendemos central la confección de una agenda de temas prioritarios según las complejidades de las sociedades y las culturas en su devenir dinámico. El abordaje de la profesión a través de investigaciones flexibles, creativas, revisadas que integren materiales de distinto origen disciplinar que cuiden el tiempo y el espacio de realización pueden aportarnos un rejuvenecimiento de las prácticas y saberes. Las investigaciones que perturben, desestabilicen, conmuevan, movilicen, desordenen la inercia estática conservadora. El mero hacer respetando en forma obediente y rígida los recetarios de investigación, aceptado sin problematizaciones congela en el tiempo posibles crecimientos.

Salir del molde para cambiar, proponer otras ideas, rompiendo estructuras de los manuales y los libretos preestablecidos. Si cuestionamos las teorías del aprendizaje mentales entradas de contrabando en el campo de la Educación Física por su desatención de lo corporal y motriz habrá que pensar en teorías del aprendizaje corporal y motriz recuperando insumos disponibles en el estado que se hallen, con sus potencias y limitaciones. El principal acierto es tomar como punto de partida, las prácticas corporales y motrices como materiales crudos a tallar para producir teorías y de paso, dejar de forzar la entrada de teorías ajenas a las lógicas propias del campo.

Si la historia es tomada como una sumatoria de eventos ordenados en forma cronológica con un resaltamiento de aspectos políticos, sociales y económicos en desmedro de contenidos centrales de la Educación Física, se pone en evidencia un terreno virgen sin explorar desde las prácticas de la Educación Física en la historia. En principio es necesario ajustar la historia, reconstruirla para moverse en temporalidades del pasado, presente y el futuro desmontando procesos. Tal vez podamos pensar otras versiones de la historia echando mano a otros criterios de interpretación y lectura, y utilizando no solo la historia en sus fuentes escritas son también en sus narraciones orales para producir historias, relatos y testimonios de vida centrados más en el cuerpo, el deporte, las instituciones del ocio y el tiempo libre, el baile, las danzas, los juegos aborígenes.

El enfoque biográfico es una puerta de acceso muy interesante para recuperar las prácticas de la Educación Física. “Para adentrarse en las prácticas corporales de los sujetos, se necesita abordar los significados de ese hacer, es decir contemplar teórica y metodológicamente que a las prácticas se les atribuyen sentidos y significados como parte de su intencionalidad” (Díaz Larrañaga N. 2009: 206). Según las intenciones biográficas de búsqueda que se planteen en las entrevistas al momento de explicitar una opción metodológica en una tesis de investigación. “los relatos de vida profesional de un grupo de sujetos profesores de educación física formados en Argentina y residentes en México” (Cachorro 1998, 76)

Si cuestionamos el “homo academicus” y vemos su narcisismo espureo e ininteligible soberbia, coincidimos con la opinión de Wright Mills (1986, 228) “en las ciencias sociales parece prevalecer una prosa ampulosa y palabrera. Supongo que los que la emplean creen que imitan a la ciencia física e ignoran que gran parte de aquella prosa no es necesaria en absoluto…para superar la prosa académica teneis que superar primero la pose académica”. Las investigaciones pueden ofrecernos una excelente oportunidad para meter las manos en el barro y producir teorías de las prácticas corporales insertas en las realidades múltiples que habitan los actores de la Educación Física. Existen prácticas, saberes y experiencias de la investigación en Educación Física posibles de ser recuperados para establecer bases de datos, sistematización, categorizaciones y reorganizaciones. La dispersión de experiencias de investigación, esfuerzos solitarios de vivencias profesionales o usos de técnicas de recolección de información aisladas posibles de ser empadronadas y socializadas entre los investigadores solitarios de la Educación Física. Las condiciones de producción de estos saberes formalizados, a veces están condicionados por las propiedades de los temas del cuerpo y la cultura.

Existen materiales producidos de la entrevista a deportistas (en el artículo “sujetos juveniles y enfoque biográfico” de Cachorro 2007 a, o el de “Versiones del cuerpo en la Universidad” trazado por Villagran 2009, pueden cotejarse variantes del tratamiento sobre los datos surgidos, intercalando fragmentos y categorizaciones), relatorías de experiencias en observaciones participantes en prácticas corporales (en el artículo “del futbol y los chavos banda” 2002, se reconstruyen relatos y se producen retratos de los nativos), cuadernos de bitácoras donde se objetivan sensaciones e impresiones de la clase de Educación Física, videofilmaciones de encuentros deportivos, tomas fotográficas de exposiciones artísticos, expresivos de cuerpos individuales y colectivos, interpretaciones “aggiornadas” de la investigación acción en la dinámica particular que configuran los cuerpos en movimiento. Los materiales crudos también son puntos de partida.

Estas participaciones de los especialistas en Educación Física con el acopio de anécdotas y episodios relevantes en las prácticas de intervención profesional son materiales valiosos disponibles para ser resignificados desde nuevos criterios de lectura. La riqueza de experiencias recolectadas en los recorridos en el campo puestos en diálogo con las teorías y metodologías de investigación sirven para relanzar las prácticas o renovarlas con nuevas búsquedas y planteos. (Por ejemplo en el texto “Prácticas corporales. Traducción de sentidos en la ciudad” de Cachorro 2009, se integran lecturas bibliográficas específicas con observaciones del trabajo de campo y luego se sintetizan en un ensayo).

La especificidad de la Educación Física obliga a establecer ciertas adaptaciones de las metodologías de investigación y sus formas de levantar datos a las particularidades de sus objetos de estudios. El armado de un texto sobre “cuerpo, comunicación y educación” (Cachorro 2009a) es el resultado de una etnografía refuncionalizada con observaciones asistemáticas de situaciones sociales desplegadas en la vida cotidiana escolar prestando atención a aconteceres relacionados con estos conceptos. Los datos recolectados en forma abierta, apelan a la intuición y la corazonada del investigador atando cabos sueltos y rastreando pistas de estas manifestaciones. Los materiales recolectados luego son agrupados con criterios de categorización, estableciendo redes de relaciones y descubriendo posibles sentidos. Es resultado de un proceso que va de lo concreto material, ubicados en las cosas y las personas observadas, a lo abstracto de su versiones e interpretaciones etnográficas del investigador.

La letra manuscrita de la escritura en la investigación sobre Educación Física puede resignificarse, llevándola más allá de los levantamientos de datos. Las alternativas puestas a prueba para “la producción de textos en la Educación Física” en la escuela (Cachorro 2007b, 22) pueden enmarcarse en “proyectos institucionales (confeccionar textos deportivos, textos de cuerpo y salud, textos publicitarios) y textos que colaboran en la comprensión y comunicación de un contenido disciplinar (textos de sistematización de datos, textos interpretativos de reglamentos deportivos, textos con narraciones de historias motrices)”.

El ensayo, el poner a prueba las herramientas metodológicas y técnicas de investigación en el aprendizaje del oficio de investigar es un ejercicio central en la formación. Sin el pasaje por instancias de prácticas de prueba, sin aplicaciones de los manuales al campo la investigación pasa a ser una dudosa y poco confiable especulación conceptual. La construcción social de la investigación y del investigador exige un ineludible transito por trabajos empíricos que ponen el cuerpo en acción (hacer relevamientos, entrevistar personas, coordinar grupos de discusión, procesar imágenes audiovisuales) y luego hacer elaboraciones de lo realizado. En definitiva podemos confirmar que es central la adquisición de saberes y experiencias de investigación transitando por una ejercitación del oficio poniéndose el overol y echando mano a las distintas herramientas, instrumentos y técnicas de investigación existentes.

 

Nota

 

 

1 Para apreciar la complejidad que caracteriza el proceso de formación de los investigadores en Educación Física en la Universidad, remitirse al texto incluido en este libro “de los diseños de investigación a una epistemología de la Educación Física” de Juan Pablo Villagrán.

 

 

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